Haber nacido en un suburbio de Nottingham y tener 18 años te convierte en un candidato a perpetuarte en  la oscura vida  del barrio,  la banda de colegas de siempre y a pasar desapercibido por el mundo. Eso si no tienes el talento de Jake Bugg. Este muchacho empezó a tocar la guitarra a los 12 años y a componer a los 14, despué de ver cantar a Don McLean en un capítulo de Los Simpsom. Las melodías folk del adolescente enseguida llamaron la atención.  De los conciertos que daba por los institutos de la zona con 15 años, pasó a tocar con 17 en el Festival de Glastonbury, donde una compañía musical se fijó en él y empezó a grabar canciones maravillosas como este Lightning Bolt

Al año siguiente, en 2012,  llegó su explosión cuando su primer disco se colocó en el Top 10 de las listas británicas y una actuación en el programa de Jools Holand en la BBC lanzó su rostro a las pantallas de todo el mundo. Para colmo, Noel Gallagher lo eligió para que fuera el telonero de su gira europea. A veces cambia la guitarra acústica por la eléctrica, y entonces se parece más a una de las figuras con las que habitualmente se le compara, Alex Turner. No en vano el chico dice que las bandas que modernas que más ha escuchado son Arctic Monkeys y Oasis.